Un desfibrilador es un dispositivo que administra una descarga eléctrica al corazón a través de la pared torácica. Sus sensores integrados analizan el ritmo cardiaco del paciente durante unos 10 segundos, detectan el estado del paciente e indica si es necesario suministrar una descarga eléctrica. Después de producirse el shock, el desfibrilador vuelve a analizar al paciente y aconsejará una nueva descarga en el caso de ser necesaria.
Es la transmisión de corriente eléctrica al músculo cardiaco, ya sea directamente a través del tórax obierto, o indirectamente a través de la pared torácica, para revertir determinadas arrítmias.
Cuando estos dispositivos son semiautomáticos pueden ser operados por cualquier persona con un entrenamiento mínimo, es el caso del desfibrilador automático AED Plus. Su reducido tamaño y peso le hacen ideal para ser utilizado en cualquier circunstancia. Aplicaciones típicas son desde centros médicos hasta cuerpos de protección como policía o bomberos, pasando por centros donde se realiza cualquier tipo de ejercicio físico, residencias, peajes, restaurantes, centros comerciales, etc.